miércoles, 28 de diciembre de 2011

Realidad

Cuando somos niños soñamos con cosas pequeñas, sencillas. Un helado
de fresa, ese muñeco que lo hace todo, incluso esa bicicleta que
tiene el vecino del 4º.
Cuando nos hacemos mayores, nuestros sueños cambian con nosotros
y se vuelven complejos igual que nosotros.
Pero los sueños se rompen en pedazos cuando se topan de frente
con la realidad. Por que la realidad a menudo es radicalmente
distinta como uno cree que es. Las personas no siempre
son lo que aparentan ser, ni las relaciones,ni mucho menos los
sueños.
Y esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su
sitio. Uno sabe como empiezan las cosas, pero nunca sabe como
van a terminar...

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